Autor: Carballo Junco José Antonio
La palabra dolor se deriva del latín dolor,-ôris, una sensación molesta y aflictiva de una parte del cuerpo por causa interior o exterior, aunque también tiene la acepción de sufrimiento, peno y molestia intensa cuando se utiliza en odontología. Es importante percatarse de que esta sensación que experimenta la persona, tiene una función necesaria única de suma utilidad, ya que el dolor señala la presencia de daño hístico real o aparente, lo cual de esa manera induce al cuerpo a actuar para eliminarlo o aliviarlo. En este sentido, es una experiencia deseable para mantener y guiar las actividades en la vida. Además, se debe comprender que el dolor es bastante más que una sensación y una respuesta consecutiva, y que consta de una interacción muy compleja y multifacética de elementos físicos, químicos, humorales, afectivos, emocionales, cognoscitivos, psicológicos, conductuales y sociales. De ahí que aún no se comprendan con claridad las determinantes de cómo el individuo interpreta y reacciona a él. El conocimiento que en la actualidad se tiene al respecto ha evolucionado y adquirido profundidad, para constituirse en una disciplina científica y útil.
2010-11-03 | 1,208 visitas | 4 valoraciones
Vol. 4 Núm.46. Mayo 2008 Pags. Odont Moder 2008; 4(46)