Oportunidades para promocionar la salud y prevenir la enfermedad se pueden dar por medio de diversas actividades educativas, ambientales, legislativas o de otra índole. Nadie cuestiona la necesidad de realizar estas acciones de promoción y prevención en salud mental. De hecho, esto se privilegia en el marco de la ley 100 y seguramente se mantendrá en cualquier reforma que se haga de ésta. No obstante, resulta interesante preguntarse: 1. ¿Se realizan propuestas de prevención sobre riesgos descritos? 2. ¿Se cumplen todas las actividades que se proponen? 3. ¿Las actividades son idóneas, o se basan en la intuición del proponente? Para responder estas preguntas tomaré algunos ejemplos que puedan suscitar ideas que nos pongan a pensar sobre el tema.
2010-11-03 | 780 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 39 Núm.3. Septiembre 2010 Pags. 461-464 Rev Col Psiqui 2010; 39(3)