Editorial

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El conocimiento integral de la farmacología en toda la diversidad de productos utilizados en el área de estomatología es esencial para el odontólogo, sin embargo, merece especial atención la gama de antibacterianos. Los antibióticos deben ser administrados con sumo cuidado, previo conocimiento y reconocimiento de la patología en cuestión; escoger la sal y la dosis correcta en cuanto a cantidad y periodo de administración es el principal objetivo del manejo adecuado de este tipo de fármacos. Actualmente, en el mundo ha surgido un fenómeno serio que puede convertirse en grave denominado resistencia antibiótica, definido como “el poder que tanto genéticamente como por procesos de adaptación están teniendo los microorganismos causantes de un sinfín de enfermedades tanto propias de la odontología como de la medicina en general”. La concienciación del paciente para no autoprescribirse este tipo de medicamentos así como su capacitación sobre cómo ingerir las sales, junto con la sapiencia del odontólogo al administrar fármacos, es el secreto para frenar la tan temida pero real resistencia. Lo anterior deberá ir precedido de nuevos descubrimientos que contraatacarán esta resistencia. No obstante, también estos microorganismos desarrollarán nuevas armas para resistir los embates de los antibióticos. Es una guerra sin cuartel que debemos asumir en nuestro papel de expertos en el cuidado de la salud.

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2010-11-09   |   891 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 2 Núm.11. Enero 2009 Pags. 2 Rev Mex Odon Clín 2009; 2(11)