Trastornos de la motilidad y sus consecuencias

Autor: Soto Pérez Julio César

Fragmento

Estreñimiento o diarrea, dolor abdominal con cambios en el hábito intestinal o sensación de evacuación incompleta, flatulencia e inflamación son síntomas de alteraciones en la motilidad intestinal que se relacionan con factores dietarios, uso de medicamentos, trastornos psicológicos o alteraciones motoras de base, vinculados con enfermedades sistémicas. Estos problemas pueden presentarse en cualquier zona del sistema digestivo y disminuyen la calidad de vida de los pacientes produciendo comorbilidad importante y, por tanto, requieren de un tratamiento oportuno, así como cambios en la dieta y estilo de vida. Los padecimientos que conllevan estos trastornos del movimiento pueden ser a nivel de esófago, estómago, intestino delgado o grueso; cada uno afecta un segmento del aparato digestivo y da una entidad específica y un problema. El aparato digestivo se rige por dos acciones: primero por movimiento y después por secreción y absorción. En condiciones normales, todo el tracto digestivo se rige por un constante y regular movimiento. Inicia al deglutir líquidos o sólidos, por lo que el esófago empieza a contraerse para avanzar el bolo alimenticio, en un movimiento unilateral y unidireccional hacia el estómago, donde al llegar se efectúa otro tipo de movimientos, que van desde la molienda y trituración hasta la mezcla con los jugos digestivos. Las células que recubren la superficie gástrica secretan diversas sustancias importantes: moco, ácido clorhídrico, pepsinógeno y hormona gastrina. El ácido clorhídrico provee el ambiente necesario para que la pepsina fraccione las proteínas; el resultado es favorecer la absorción de todos los nutrientes y llegando al intestino grueso, también se realiza movimiento, pero éste es muy variado. Los trastornos de motilidad comienzan desde el esófago. Cuando esta zona se altera, el esfínter esofágico inferior presenta incapacidad de relajación (acalasia) en respuesta a la deglución, por lo tanto no permite que el bolo alimenticio llegue al estómago, o bien, hace que se regrese generando reflujo gastroesofágico.

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2010-11-19   |   6,915 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 33 Núm.395. Octubre 2010 Pags. 7 y 12 Prescripción Médica 2010; 33(395)