Autores: Bustamante Zuleta Ernesto, Vélez Naranjo Maria Carolina, Acosta Uribe Juliana
EL ORIGEN DE LA NEURONA Siempre que se escribe sobre el cerebro y su papel en el funcionamiento de los seres vivos más desarrollados, no se destaca el hecho de que la función del cerebro depende únicamente de la de sus constituyentes fundamentales; las neuronas y las células gliales, siendo el cerebro sólo el conjunto de dichas células. Las neuronas son las unidades básicas del Sistema Nervioso, de su funcionamiento normal dependen todas las posibilidades de acción de los seres vivlos dotados de este tipo de organización celular. ¿Qué hace que una célula se convierta en una neurona y no en una célula epidérmica? Como era de esperarse, la respuesta está en el patrón de expresión genética. La inhibición de algunas proteínas protoplasmáticas lleva a la activación de genes que codifican las proteínas requeridas para la construcción del Sistema Nervioso y a la inhibición de otras que son específicas para otros tejidos. La mayoría de los genes, inicialmente influenciados por las proteínas protoplasmáticas, modifican los factores de transcripción que son proteínas que al ser sintetizadas en el citoplasma, vuelven rápidamente al núcleo donde se unen a otras regiones del ADN que regulan la formación de proteínas neurales. Las proteínas que no tienen por destino la formación de tejido neural son inhibidas por inductores neurales y otros factores de transcripción residentes en el núcleo. Gracias al control de las síntesis de factores de transcripción, es posible ejercer control sobre la decisión de que aparezca tejido nervioso y no otro tejido.
2010-11-23 | 1,874 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 17 Núm.3. Septiembre 2010 Pags. 61-68 Neurocien Colom 2010; 17(3)