Autor: Piovannotti Isabel
Un odontólogo-operador que no domine este aspecto de la instrumentación cavitaria tendrá muchas dificultades no exentas de peligros durante el desarrollo de los tiempos operatorios. Las posiciones básicas a dominar son: 1. Toma de lapicera. En su forma clásica, esta manera de tomar un instrumento es al mismo tiempo suave y delicada pero no exenta de firmeza. Se le puede dividir en toma leve y toma fuerte, según la tensión muscular requerida. El pulpejo del dedo pulgar ligeramente recogido ejerce fuerza sobre el instrumento, que es resistido por los pulpejos o la parte lateral de los dedos índice y medio. El mango del instrumento se apoya en el pliegue musculotendinoso que separa los dedos índice y pulgar o en la primera falange del dedo índice. Los dedos medio y anular buscan los puntos de apoyo, de manera individual o colectiva, según las condiciones bucales y el tamaño y el peso del instrumento. Esta toma presenta numerosas variantes a causa de: a) diferencias individuales en la longitud de los dedos, b) toniciad muscular, c) destreza o habilidad individual, d) ubicación de la cavidad, e) puntos de apoyo existentes y f) fuerza requerida para actuar. 2. Toma de lapicera modificada. El instrumento se toma cerca de su parte activa para poder deslizarlo hacia arriba y abajo. Se usa frecuentemente para el manejo apropiado de curetas de periodoncia y limas.
2010-11-25 | 3,175 visitas | 6 valoraciones
Vol. 7 Núm.76. Noviembre 2010 Pags. 6-7 Odont Moder 2010; 7(76)