Fragmento

Los seres humanos de todas las épocas buscan, en mayor o menor medida, con mayor o menor claridad, llevar a buen puerto su existencia. Y ¿quién no desea sinceramente el éxito para sí o para otros? Dos obstáculos pueden dificultar estos objetivos: el fracaso y la frustración. Por eso, el camino a la plenitud está sembrado de dolor. El éxito y el fracaso son siempre relativos. El ser humano que ha madurado sabrá dar jerarquía a las cosas y, sobre todo, aceptarse, independientemente de si realizó o no aquello que ha perseguido, porque conoce que la vida es, también, apertura flexible y sonriente hacia los ideales y a la vía que nos encamina a ellos. La plenitud existencial exige también sabiduría: el sendero humano está repleto de limitaciones personales y ajenas; los fracasos y el dolor son vías alternas para edificar el proyecto vital siendo, en ocasiones, las más sólidas pero también las más exigentes.

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2010-11-29   |   1,026 visitas   |   1 valoraciones

Vol. 4 Núm.39. Octubre 2007 Pags. Odont Moder 2007; 4(39)