Cuando la estética es un factor predominante, y como una alternativa clÃnica y las restauraciones directas de clase I y II con resina compuesta, se pueden restaurar los dientes posteriores con incrustaciones de este mismo material, siempre y cuando sea de alta carga, hibrida o de micropartÃculas, polimerizable con luz, calor, presión o la combinación de éstos métodos, y que posea un desgaste oclusal similar al de la amalgama. La incrustación obtenida se cementa al diente utilizando agentes adhesivos compatibles con la restauración de resina compuesta, debiendo tomar la consideración de que este adhesivo se desgasta con mayor rapidez que la incrustación, por lo que debe estar expuesto lo menos posible al medio bucal. Está demostrado que la tecnologÃa adhesiva moderna elimina o modifica el lodo dentinario, logrando una unión Ãntima de la incrustación con esmalte y dentina, reforzando la estructura dentaria debilitada. Con la incrustación se minimizan los problemas derivados de la contracción de polimerización, filtración marginal, desadaptación, sensibilidad postoperatoria y recidiva de caries. Si los márgenes están en el esmalte, el cierre es perfecto; si se encuentran en dentina, el cierre es mejor que el que se obtiene en una restauración de resina compuesta directa. Además, permite obtener una mejor forma proximal en restauraciones compuestas o complejas y un mejor pulido de superficies poco accesibles.
2010-11-29 | 933 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 4 Núm.41. Diciembre 2007 Pags. Odont Moder 2007; 4(41)