Editorial

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La palabra iatrogenia proviene del griego iatros, que quiere decir médico, y génesis, que puede traducirse como producción u origen. A ésta el Diccionario de La Real Academia Española de la Lengua (RAEL) la define como: “toda alteración del estado del paciente producida por el médico”, lo cual tiene un sentido ambiguo, ya que en cierta forma todas las prácticas médicas tienen un efecto sobre el estado de los pacientes. Según el Diccionario de Medicina Océano Mosby, el significado de iatrogenia es aquello “causado por el tratamiento o por técnicas diagnósticas”; así, “una enfermedad iatrogénica es la provocada por el personal médico, por técnicas diagnósticas o terapéuticas o por exposición al medio hospitalario”. Aunque no se mencionan palabras como negligencia, malpraxis, complicación o accidente, son conceptos que se le asocian y no lo contrario, como podría ser curación o alivio. Para poder entender con mayor profundidad el concepto de iatrogenia es necesario saber que todas esas situaciones son englobadas por éste. El Dr. Alfonso Tamayo define el término negligencia como “una actitud profesional que se manifiesta no haciendo lo que se debe hacer cuando se puede hacer”, es decir, queda implícita una responsabilidad consciente del médico. En este sentido, malpraxis podría utilizarse como sinónimo; no obstante, su causa podría ser la ignorancia del practicante. Asimismo, es necesario distinguir el concepto de accidente (según la RAEL): “suceso eventual o acción que involuntariamente resulta en daño para las personas o las cosas”, que es lo que –suponemos– es lo más frecuente en la práctica estomatológica y puede ocurrirle aun al más experimentado y ético de los profesionales. Lo que hace la diferencia es la forma en que se enfrenta una situación de este tipo. Si de inmediato se toman acciones que reparen el daño y se reconoce ante nuestros pacientes que hemos cometido un error o que ha sucedido algo inesperado, o se deja que las cosas sigan su curso “al fin él no se va a enterar”. Por tanto, es indispensable que tengamos previsiones sobre lo que podemos encontrar en nuestra práctica odontológica, realizar historias clínicas exhaustivas e informar a nuestros pacientes sobre lo que pueda acontecer durante los procedimientos o a causa de ellos. De esta manera, estaremos agregando al término “iatrogenia” un significado positivo.

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2010-12-07   |   623 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 2 Núm.8. Septiembre 2010 Pags. 2 Rev Nal Odontol Méx 2010; 2(VIII)