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El ejercicio de la Odontología y su relación con los pacientes está sufriendo una vertiginosa transformación. Hemos pasado en poco tiempo de una atención paternalista a un ejercicio de las profesiones de la salud donde la relación es contractual, y donde el “usuario de los servicios” puede y realiza un seguimiento de la labor asistencial e incluso exige resultados satisfactorios o bien demanda ante expectativas no satisfechas. El concepto de responsabilidad conlleva la necesidad de asumir los resultados de la acción profesional obligando a reparar y resarcir al paciente si se ha causado perjuicio. Durante mucho tiempo el ejercicio liberal e individual monopolizó la profesión, quedando la mayoría de los problemas encomendados al libre entendimiento entre odontólogos y pacientes, y no siendo, por tanto, muy necesaria la promulgación de disposiciones legales que regulasen este ejercicio. De cualquier modo, la responsabilidad profesional se ha exigido, en general, a todos los profesionales a lo largo de la historia del Derecho, y así ha ocurrido en la Medicina y la Odontología, ya que existen precedentes históricos que condenaban a estos profesionales como consecuencia de daños originados a los pacientes, daños derivados de la provocación de eventos adversos y consecuentemente de eventos centinelas. Es necesario que existan mecanismos de control que evalúen la calidad asistencial mínima requerida para nuestra profesión, pues una desviación terapéutica o falla podría originar una delimitación de responsabilidades, con las desagradables consecuencias que ello plantea, no sólo hacia el profesional, sino también en la sociedad, al generar desconfianza en los sistemas de salud. La calidad y la seguridad en la atención de los pacientes debe ser la preocupación más importante del profesional de la salud bucal. Dr. Jorge Triana Estrada Director de Estomatología • Dirección General de Calidad y Educación en Salud Subsecretaría de Integración y Desarrollo del Sector Salud • Secretaría de Salud

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2010-12-09   |   1,161 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 3 Núm.2. Febrero 2011 Pags. 2 Rev Nal Odontol Méx 2011; 3(II)