Fragmento

Existen tres criterios utilizados comúnmente para el tratamiento de tumores malignos: la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia. El tratamiento quirúrgico del cáncer tiene dos objetivos principales: resecar el tumor y otros tejidos involucrados, como los ganglios linfáticos, y eliminar los órganos endocrinos que pueden alterar y difundir la enfermedad. A diferencia de la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia no son específicas de tejido, sino que actúan mediante la inhibición de la rápida división celular de crecimiento. Como la radioterapia y la quimioterapia no distinguen entre las células cancerosas y las células normales que se dividen a tasas más altas, como las de la boca o la médula ósea, se puede dar lugar a efectos secundarios. Por otra parte, la boca alberga muchas bacterias que pueden facilitar el acceso a los microorganismos infecciosos. La mucositis es una reacción inflamatoria tóxica que afecta a todo el tracto gastrointestinal (de la boca al ano), aunque adquiere un mayor protagonismo a nivel del área orofaríngea, es secundaria a la exposición a quimio o radioterapia. Clínicamente, aparece entre el quinto-séptimo día del inicio de la quimioterapia y las lesiones se localizan fundamentalmente en la mucosa oral no queratinizada.

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2010-12-20   |   849 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 6 Núm.8. Octubre 2009 Pags. 19-24 Dol Foro Nal Invest Clín Méd 2009; 6(VIII)