Autor: Bustamante Carlos María
Los ultrajes que sufrian los americanos desde que se relajó el freno de las leyes con el atropellamiento de la suprema autoridad, hecho en la persona del virei, se habian dejado sentir, no solo en la capital, sino en los bosques mas remotos del vasto continente de Méjico. El cura de Necupétaro i Carácuaro, el insigne Morelos, hombre de modesto i apazible carácter, llegó a Valladolid, en diciembre de 1809, para visitar a una hermana suya. Tratóse allí, con ocasion de haberse reunido varios amigos a celebrar navidades con un coloquio o escena del nazimiento segun la costumbre del pais, de los arrestos recien hechos en aquellos dias por el teniente letrado de la provincia, en varias personas respetables, i de los insultos que humillaban a los americanos desde la prisión del virei Iturrigarai. Con esto se encendió en el corazón de Morelos el jeneroso deseo de remediar tanto daño. Puso desde luego manos a la empresa, i retirándose a su curato, comenzó a fortificarse en él con ánimo de resistir a sus enemigos, si la necesidad lo exijia.
2010-12-22 | 627 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 22 Núm.3. Julio-Septiembre 2010 Pags. 72-74 Lab acta 2010; 22(3)