Los 100 años de la Sociedad Argentina de Pediatría y sus publicaciones

Autor: Ceriani Cernadas José María

Fragmento

Este año que estamos comenzando tendrá para nuestra Sociedad una relevancia muy especial, nada menos que celebrar su centenaria presencia en la pediatría de nuestro país. En el diccionario de la Real Academia Española la primera acepción de la palabra celebrar es “Conmemorar, festejar una fecha, un acontecimiento”. Conmemorar se relaciona con recordar, palabra que deriva del latín (cor, cordis 'corazón') es decir que, al menos desde la época del Imperio Romano, su significado va más allá que tener a alguien o a algo presente en la memoria, significa que los recuerdos "pasan por el corazón", el lugar al que aún hoy lo hacemos participar en nuestros sentimientos. Esta milenaria etimología de la palabra recordar se aplica muy bien al centenario que estaremos celebrando este año ya que sin duda “nos toca el corazón”. Es muy emotivo vivir este momento, rememorar que en aquel 1911 unos verdaderos pioneros con gran sabiduría y visión, pensaron que valía la pena agruparse y bregar por el desarrollo de esa incipiente disciplina médica que implicaba una mirada diferente de la niñez y de su cuidado. Era el nacimiento de algo que ya no se detendría y por el contrario, los impulsos y la motivación que tuvieron los fundadores se mantuvieron en forma creciente a través de los 100 años transcurridos. Nuestra Sociedad es un verdadero orgullo de la medicina argentina, por su trayectoria, por mantenerse unida en todo el país sin discordias (palabra que también deriva de cordis, corazón) y con el solo propósito de cuidar la salud de la infancia, la etapa más preciada del ser humano. Su gestión estuvo siempre ajena a cualquier otro interés que no fuera ese objetivo principal y así logró mantener la unión y crecer en forma federal en un país plagado de individualismos y con interminables crisis.

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2011-02-01   |   610 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 109 Núm.1. Enero-Febrero 2011 Pags. 2 Arch Argent Pediatr 2011; 109(1)