Autores: Ramos Peñafiel Christian Omar, Martínez Murillo Carlos, Castellanos Sinco Humberto, Montaño Figueroa Efreen Horacio, Martínez Tovar Adolfo, Olarte Carrillo Irma, Collazo Jaloma Juan
La asociación entre trombosis y cáncer es conocida desde hace tiempo. Diversos factores se han relacionado siendo los principales un incremento en las micropartÃculas de factor tisular, lesión endotelial generada por la invasión tumoral y la metástasis, uso de fármacos quimioterápicos y las lÃneas venosas centrales. La leucemia Linfoide Aguda es una neoplasia caracterizada por una proliferación descontrolada de células linfoides. El tratamiento de inducción se basa en la administración de alcaloides de la vinca, antraciclinas, L-asparaginasa y esteroides, alcanzando tasas de remisiones completas entre un 73 a un 91%. La frecuencia de trombosis venosa asociada a la LLA es variable siendo de forma general del 3.2%, su presentación es generalmente en pacientes pediátricos y muestra una estrecha relación entre el uso de la L-asparaginasa y las lÃneas venosas centrales. La frecuencia en adultos aun no se encuentra bien establecida. Desde diciembre del 2007 en el Hospital General de México se instituyó el protocolo HGMLAL07/09 que incluye para la terapia de inducción esteroides, alcaloides de la vinca y antraciclicos. De alrededor de 153 pacientes, solo 3 (1.9%) registraron un evento trombótico sobre territorio venoso asociándose solo en un caso a una lÃnea venosa central. La presencia del evento trombótico no mostró impacto tanto sobre la remisión hematológica como en la supervivencia. No se registró ningún caso de trombosis recurrente. La supervivencia general y la supervivencia libre de evento fueron de un 32% y un 30% respectivamente. En conclusión la frecuencia de trombosis es baja en los pacientes con Leucemia Linfoide Aguda, es necesario individualizar la tromboprofilaxis acorde a los diversos factores de riesgo de cada paciente.
Palabras clave: Leucemia trombosis quimioterapia.
2011-02-15 | 3,664 visitas | 1 valoraciones
Vol. 3 Núm.2. Mayo-Agosto 2010 Pags. 1-5 Rev Hemo Trombo 2010; 3(2)