Autor: Suarez Colorado Yuly Paola
Diversos autores coinciden en la existencia de una misma realidad, el suicidio es un problema epidemiológico social, que se infiltra en la sociedad deteriorando de una manera especial el núcleo familiar al cual pertenecía la víctima. Los registros demuestran que el comportamiento de los índices son inestables, variantes tanto cronológicamente, como demográficamente, sin embargo se convierte realmente significante el hecho de que los casos de muertes por suicidio se estén trasladando a una población más joven. La literatura aclara, que las causas que desencadena las conductas suicidas son multifactoriales, pero también se afirma que existen un conjunto de factores protectores que pueden prevenir cualquier acto de autolesión. Desde mucho antes que Gardner propuso la teoría de las inteligencias múltiples, conteniendo ésta, las inteligencias intrapersonales e interpersonal, ha existido un desarrollo histórico investigativo y un profundo interés, que ha dado origen a el nacimiento del constructo inteligencia emocional específicamente con Mayer y Salovey, continuando con los aportes de Reuven Bar-on, pero solo el término alcanza su popularización con Goleman; hasta llegar hoy en día a más de 200 modelos explicativos de inteligencia emocional (IE). Definida por Bar-on como “el conjunto de capacidades no cognitivas, competencia y habilidades que influyen en la habilidad de cada uno para tener éxito y afrontar las demandas del ambiente y las presiones”. Convirtiéndose en un factor protector frente a la inestabilidad emocional, depresión, inadaptabilidad, conflictos intrapersonales e interpersonales, explosión emocional, culpa, sentimientos de fracaso, frustración, miedo, ansiedad, actitud impulsiva, e incluso disminuye las probabilidad del consumo de sustancias psicoactivas.
2011-02-18 | 1,421 visitas | 3 valoraciones
Vol. 7 Núm.2. Diciembre 2010 Pags. 282-283 Duazary 2010; 7(2)