Virus ácido ribonucleico (ARN) en boca

Autor: Mealey Robert L

Fragmento

La familia Picornaviridae consta de algunos de los patógenos víricos más importantes para el hombre y los animales y es la causa de un amplio número de procesos patológicos. Se conocen genéricamente como picornavirus, palabra que refleja el tamaño extraordinariamente pequeño de los mismos (pico = pequeño; su diámetro es de 22-30nm), carecen de envoltura y poseen una cápside icosaédrica constituida por 32 capsómeros, formada por copias de cuatro proteínas, tres de ellas más externas denominadas VPI, VP2 y VP3 y la última, más pequeña y asociada con la superficie interna de la cápside, denominada VP4. En su interior se encuentra una molécula de ARN monocatenario de polaridad positiva que codifica una gran poliproteína, que posteriormente es escindida por la acción de enzimas proteolíticas en cuatro proteínas estructurales y siete no estructurales. Presentan una gran estabilidad al calor, los detergentes y los medios ácidos, así como al ambiente, lo que facilita su trasmisión por vía fecooral. Son sensibles a diversos agentes químicos, como el formaldehído al 0.3% o el cloro libre a 0.3-0.5 ppm. Cuando los virus ingresan en el hospedador, se fijan a receptores celulares y penetran por endocitosis; tras la decapsidación, el ARN liberado se comporta como un ARN mensajero y comienza su traducción en la poliproteína que se mencionó. Algunos componentes de la misma se escinden y una de estas proteínas es una ARN polimerasa dependiente de ARN que formará, tomando como modelo copias complementarias de polaridad negativa que recopiadas constituarán el ARN vírico, ya de polaridad positiva. Dichos genomas podrán reiniciar el proceso y ensamblarse a cápsides creadas a partir de poliproteínas. Los viriones se acumulan en el citoplasma en forma de una malla cristalina que rechaza el núcleo hacia la periferia y finalmente salen de la célula provocando su lisis. La familia comprende cinco géneros: Enterovirus, Hepatovirus, Rhinovirus, Aphtovirus y Cardiovirus, aunque sólo los tres primeros causan procesos infecciosos en el hombre.

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2011-02-22   |   1,807 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 8 Núm.79. Febrero 2011 Pags. 14-15 Odont Moder 2011; 8(79)