Introducción: La seguridad del paciente debe considerarse como fundamento esencial y necesario, de la buena calidad de la atención sanitaria y debe estar basada en una actitud preventiva. Una práctica clínica segura exige alcanzar tres objetivos: identificar qué procedimientos clínicos, diagnósticos y terapéuticos son los más eficaces; garantizar que se aplican a quien los necesita y que se realizan correctamente y sin errores. Discusión: Diversos estudios sobre la epidemiología de los riesgos de la atención sanitaria, coinciden en identificar las complicaciones relacionadas con los medicamentos, como la causa más frecuente de efectos adversos, seguidos de los vinculados o derivados de intervenciones quirúrgicas y de las infecciones nosocomiales. Para prevenirlos, en junio de 2008 la OMS lanzó su segundo gran Reto Global sobre seguridad del paciente: “la cirugía segura salva vidas”. La iniciativa se concentra en cuatro áreas temáticas y en una serie de aspectos esenciales: cirugía limpia, anestesia segura, equipos quirúrgicos adecuados, profesionales seguros y garantía de la calidad. Conclusiones: En España la prevención y control de los efectos adversos quirúrgicos se basa en una estrategia combinada, utilizando la coordinación nacional (Ministerio de Sanidad y Política Social) e internacional (Alianza Mundial Para la Seguridad del Paciente) y centrándose en las actuaciones locales, aplicadas por los Servicios de Salud regionales. El objetivo final es cambiar conductas y avanzar hacia una cultura generadora de ideas, en la que la seguridad sea un estilo de ejercicio de la práctica clínica, con implantación transversal en las organizaciones sanitarias.
Palabras clave: Seguridad del paciente riesgos sanitarios atención quirúrgica calidad de la atención sistema de salud.
2011-03-01 | 1,064 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 19 Núm.60. Octubre-Diciembre 2010 Pags. 188-194 Rev CONAMED 2010; 15(4)