Historia clínica Paciente de 3 años de edad que presenta una lesión vascular facial desde el nacimiento, localizada en mejilla izquierda, rama mandibular y cuello. A los dos años de edad comenzó con tratamiento con láser de colorante pulsado, bajo sedación, observándose una disminución llamativa del color de la mancha tras dos sesiones. La última sesión de tratamiento la había recibido hacía 6 meses. El motivo actual de la consulta fue la aparición de un eritema más intenso en la mejilla con desarrollo posterior de costras, en el interior de la mancha vascular, desde hacía varias semanas. Se indicó tratamiento con dipropionato de betametasona en asociación con gentamicina tópica, durante 2 semanas. A pesar del tratamiento no se observó apenas mejoría. Tras 10 días adicionales de tratamiento únicamente con preparados hidratantes y ante la persistencia de la lesión se indicó la aplicación de metilprednisolona tópica, 1 semana adicional, mejorando ligeramente el aspecto de la lesión tras este periodo. Tenía programado entonces el siguiente tratamiento con láser que se decidió aplicar por toda la lesión, incluyendo la zona eccematosa. Una vez desaparecida la púrpura tras el láser, no se apreciaron restos de las lesiones costrosas. Exploración física: Mácula eritematosa con zonas blanquecinas en el interior dando un aspecto reticulado, localizada en mejilla, rama mandibular y cuello. En el centro de la mejilla se aprecia una zona descamativa con costras adheridas, sin supuración asociada ni inflamación evidente perilesional.
2011-03-03 | 195 visitas | 4 valoraciones
Vol. 40 Núm.381. Junio 2010 Pags. 165-170 Ped Rur Ext 2010; 40(381)