Autores: Sandoval Pacheco Roberto, Dávila Gutiérrez Guillermo
La literatura universal informa que hay múltiples manifestaciones neurológicas causadas por el virus de la Influenza. Ante la posibilidad de que en un futuro se presente un brote similar al que hubo en México en 2009, es muy importante que estas complicaciones sean conocidas y diagnosticadas oportunamente. El virus de la Influenza ha sido un importante patógeno para el ser humano a lo largo de la historia; ha causado numerosas epidemias y pandemias de distinta magnitud. Tanto los virus A, como los B causan grados elevados de morbilidad y mortalidad; sin embargo, el virus B no suele causar pandemias gracias a su relativa estabilidad antigénica, característica que no comparte el virus tipo A que puede sufrir modificaciones en la estructura de los aminoácidos antigénicos de superficie. Los subtipos de virus de la influenza se clasifican de acuerdo a la combinación de las glicoproteínas de superficie: hemaglutinina (HA) (H1-H15) y a la neuraminidasa (NA) (N1-N9). La hemaglutinina facilita la unión del virus al receptor de la célula y la neuraminidasa posee una actividad enzimática que favorece la liberación de los virus, y su ingreso a otras células. Para fines prácticos el virus tiene trofismo por el aparato respiratorio y el sistema nervioso. En 1918 Smith Ely Jeliffe describió numerosas manifestaciones neurológicas que acompañan a la influenza, desde síntomas menores hasta coma y la muerte encefálica. El desarrollo de pruebas serológicas permitió identificar y confirmar la relación entre la infección por influenza A o B con diversos cuadros clínicos que involucran el sistema nervioso; sin embargo, en la práctica clínica no es siempre posible comprobar esta relación.
2011-03-04 | 1,312 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 32 Núm.1. Enero-Febrero 2011 Pags. 73-74 Acta Pediatr Méx 2011; 32(1)