Autor: De Francisco Zea Adolfo
Permítame señor Presidente expresar a usted mis sentimientos personales de gratitud y agradecer profundamente a la Academia Nacional de Medicina que usted dignamente preside, por el honor que se me ha conferido en esta tarde al ser designado en compañía de los señores académicos Zoilo Cuéllar-Montoya y Hugo Sotomayor Tribín, para llevar la palabra en el Acto académico solemne con el que la Academia de Medicina conmemora el Segundo Centenario de nuestra Independencia. El tema del que voy a ocuparme lleva por título “Medicina y Libertad”, palabras que traducen dos valores esenciales de la vida del Hombre: la Medicina, que se ocupa fundamentalmente de asistirlo en la prevención y el cuidado de los procedimientos físicos o psicológicos que afectan su bienestar y su salud; y la Libertad, que le otorga la posibilidad de conducir se vida hacia la plenitud de su intelecto y de su espiritualidad; la misma libertad que le permite desenvolverse en los terrenos fértiles de la creatividad en las ciencias y las artes y utilizar con prudencia y con sabiduría los recursos de su inteligencia en reflexiones de la filosofía y en el estudio desprevenido y sereno del sentimiento religioso.
2011-03-07 | 656 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 32 Núm.3. Septiembre 2010 Pags. 237-242 Medicina Ac. Col. 2010; 32(3)