Insuficiencia de la válvula mitral

Autor: García Hernández Norberto

Fragmento

La válvula mitral es una estructura del corazón situada entre la aurícula y el ventrículo izquierdo la cual permite que pase la sangre que viene de los pulmones —rica en oxígeno— y sea expulsada mediante una contracción de este músculo al resto del organismo. Está constituida por dos valvas unidas al anillo fibroso y sustentada además por músculos papilares y cuerdas tendinosas. El concepto de mitral viene porque se parece a la mitra de los sacerdotes, con esa forma se abre y se cierra para realizar su función. Cuando esta válvula sufre insuficiencia, se produce dilatación progresiva de las cavidades y de la aurícula produciéndose fibrilación, lo cual compromete aún más la hemodinámica cardiaca al grado que el paciente no puede tolerar esto y debe procederse al acto quirúrgico para reparar esta anomalía de la válvula o sustituirla mediante piezas mecánicas o biológicas. Como primera opción y a consideración del médico, el paciente puede recibir tratamiento farmacológico que le permita llevar una vida en forma adecuada hasta que la cirugía sea necesaria. El principal síntoma que presenta el paciente es disnea, que al principio puede ocurrir por esfuerzos mayores, mas con el tiempo y de manera paulatina tiende a registrarse con esfuerzos cada vez menores hasta presentarse en reposo. Existen algunos síntomas que ocurren poco a poco y, según la rapidez con que se instale el padecimiento, el corazón es capaz de tolerarlo bastante tiempo con tratamiento médico. El paciente puede estar relativamente bien hasta el momento en que empieza a dilatarse el músculo cardiaco y se presenta insuficiencia del ventrículo izquierdo; si la afectación es más aguda, este órgano no alcanza a adaptarse y los síntomas aparecen con mayor rapidez. Las afectaciones más comunes de la válvula son por enfermedad reumática del corazón, la cual provoca insuficiencia mitral con o sin estenosis —una disminución del orificio debido al cierre de las comisuras, las que, al fundirse entre sí, acortan las cuerdas tendinosas, dejando un paso más estrecho a la sangre—. Este padecimiento, que se presenta con mayor frecuencia en las mujeres, también puede afectar el cierre de las valvas y hacerlo insuficiente, provocando que un buen volumen de sangre se regrese hacia la aurícula.

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2011-03-08   |   671 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 33 Núm.397. Diciembre 2010 Pags. 11 Prescripción Médica 2010; 33(397)