La erupción de los dientes y la presencia de los problemas asociados a este proceso son signos evidentes de cómo la dentición primaria puede afectar el desarrollo de la conducta motora bucal, la adquisición de habilidades masticatorias y los futuros mecanismos neuroconductuales o la reacción de hábitos parafuncionales bucales, musculares, faciales y en la ATM no deseados. Para conocer un poco más sobre este tema, la revista Odontólogo Moderno entrevistó al doctor William Brudon en la Escuela de Odontología de la Universidad de Michigan en Ann Arbor, Michigan. O.M.: Doctor Brudon, ¿qué factores participan principalmente en la maduración de la función bucal? Dr. Brudon: La maduración de la función bucal más allá de la respiración nasal obligada en los recién nacidos requiere succión y deglución. La secuencia de eventos que incluyen primariamente a la musculatura de los labios y a la punto de la lengua con la aposición del labio inferior, son conocidas como deglución infantil. Sin embargo, con la maduración hay una creciente participación de los músculos elevadores de la mandíbula en la deglución. Conforme se toman alimentos más sólidos, con frecuencia el niño pequeño con dentición primaria completa abre lateralmente su boca hacia el contacto con su lado de trabajo y luego de regreso en una trayectoria hacia la línea media, de forma que los dientes hacen contacto conforme el alimento se mastica. Con el advenimiento de los molares primarios, el patrón juvenil de masticación se establece. Gracias al desarrollo de movimientos más complejos de la lengua, la pared faríngea y la mandíbula (desarrollo que es consistente con la maduración anteroposterior de la conducta motora bucal) existe una transición que se aleja de la deglución infantil. Alrededor de los seis años de edad, cerca de la mitad de los niños ha logrado la deglución adulta. La transición al tipo adulto de masticación parece desarrollarse en sincronía con la erupción de los caninos hacia la oclusión alrededor de los 12 años de edad. El patrón de masticación infantil puede persistir en presencia de mordida abierta anterior, donde está ausente la función canina normal. El modo de respiración también puede afectar la postura de la cabeza e influir en el desarrollo dentofacial.
2011-03-18 | 2,919 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 1 Núm.9. Abril 2005 Pags. Odont Moder 2005; 1(9)