Estrategias para la formación y desarrollo de equipos de investigación exitosos

Autor: Cuestas Eduardo J

Fragmento

En 1968, Robert Merton publicó en Science un trabajo sobre las comunidades científicas en el cual presentó lo que denominó el “efecto Mateo”. El artículo versa sobre los investigadores, sus condiciones institucionales y estructurales de trabajo, sus estrategias para obtener prestigio y los sistemas de evaluación e incentivos que inciden en su producción y recorridos profesionales, cuyo resultado final es quedar como participantes o excluidos del sistema. Al hacerlo no abrió un campo de indagación novedoso, sino que se situó en la continuación de una tradición establecida desde el siglo XIX por filósofos y sociólogos interesados en reflexionar sobre los científicos y las formas de hacer ciencia. Max Weber, en 1918, marcó un hito, al pronunciar la conferencia sobre la “Ciencia como una vocación”. En este texto opuso un modo personal, individualizado y fundamentado en intereses intelectuales de hacer ciencia contra el de la ciencia organizada, que derivó en una creciente especialización académica y, por ende, en esquemas de profesionalización. Bajo otra perspectiva, centrada en la formación y reproducción de las élites intelectuales, los estudios al respecto indagan sobre los mecanismos de selección y entrenamiento, fundamentados en procesos de distinción meritocrática, que han inspirado incluso, hasta pintorescas novelas (como En busca de Klingsor, de J. Volpi). El sociólogo Pierre Bourdieu se abocó a situar la profesión científica en su historia, atendiendo a su composición, sus lógicas, los intereses puestos en juego, sus publicaciones, sus intercambios internacionales de ideas y sus dinámicas de reconfiguración.

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2011-03-29   |   624 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 109 Núm.2. Marzo-Abril 2011 Pags. 100-102 Arch Argent Pediatr 2011; 109(2)