Autores: Sida Díaz Jesús, Nuñez Fragoso Juan Carlos, Martínez Burciaga Jesús, Valles Guerrero Alberto, Deras Cabral Sergio Tránsito, Flores Ramos Marco Antonio, Torres Castoreña Alejandro
La incidencia de pericarditis en pacientes con tuberculosis pulmonar se estima en 1 a 8%. En países en desarrollo, la tuberculosis se considera endémica y la pericarditis tuberculosa es más frecuente en pacientes con síndrome de inmunodeficiencia adquirida. La entidad se presenta por extensión retrógrada de los ganglios linfáticos peribronquiales, puede también surgir de un foco óseo o pulmonar vecino o, menos comúnmente, durante tuberculosis miliar. El inicio puede ser agudo y semejar una pericarditis idiopática aguda, con tos, disnea, dolor torácico, edema de tobillos, fiebre, taquicardia y diaforesis nocturna. La exploración física puede mostrar frote pericárdico, hepatomegalia, ascitis, edema periférico y ruidos cardiacos de baja intensidad. La radiografía del tórax muestra cardiomegalia. El ecocardiograma bidimensional comprueba derrame pericárdico. En 30% de las ocasiones, la prueba de tuberculina puede ser negativa por la presencia de anergia. El diagnóstico definitivo es la demostración de granulomas en tejido pericárdico y presencia de bacilos ácido-alcohol resistentes en la biopsia pericárdica. El diagnóstico de pericarditis tuberculosa se establece por sospecha clínica y ecocardiograma bidimensional; de inmediato debe efectuarse pericardiocentesis y pericardiotomía y recibir tratamiento con triple esquema de antifímicos y esteroides.
Palabras clave: Pericarditis tuberculosa tuberculosis pulmonar pericardiocentesis.
2011-04-08 | 1,069 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 49 Núm.1. Enero-Febrero 2011 Pags. 75-78 Rev Med Inst Mex Seguro Soc 2011; 49(1)