Fragmento

El ingenio y las proezas de Kussmaul, Jackson, Schindler y Hirschowitz lucen como páginas magníficas de la historia de la endoscopia, pero, ahora amarillentas en sus bordes a la luz de la tecnología que cierra el siglo con broche de oro. La imagen de la introducción del primer endoscopio en un tragaespadas es legendaria y queda en la memoria como un mito arcaico, símbolo seminal de la realización de lo aparentemente imposible. Los endoscopios rígidos y los semirrígidos ya no son imagen, sino realidad en las manos de endoscopistas que viven para contarlo. Los endoscopios con fibra óptica, algunos aún en uso, permitieron el moderno y explosivo crecimiento de la endoscopia por su singular perfección y parecían insuperables. Sin embargo, en 1983, Sivak y Fleischer asombraron al mundo con el surgimiento del videoendoscopio en el cual se integró un microtransistor fotosensible aprovechando la tecnología de los semiconductores en los que el silicio forma el elemento fundamental. La imagen pasó de su expresión analógica al mensaje digital y pasó al amplísimo ámbito de los ordenadores con toda su parafernalia.

Palabras clave: La alucinante evolución de la endoscopia.

2002-11-22   |   2,118 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 66 Núm.1. Enero-Marzo 2001 Pags. 58-59 Rev Gastroenterol Mex 2001; 66(1)