Autores: Vargas Toloza Ruby Elizabeth, Ordoñez Pabón Edith, Montalvo Miranda Oscar Eduardo, Díaz Torres Viviana Lorena
Hoy en día las enfermedades cardiovasculares se consolidan como una de las primeras causas de muerte en el mundo entero. Según cifras del DANE, en Colombia murieron por infarto del miocardio en el año 2005, 24.081 personas, de las cuales el 56.22% correspondieron al sexo masculino y 43.78% al sexo femenino. Este comportamiento es muy similar en la ciudad de Cúcuta donde se presentaron en el mismo año 274 muertes de las cuales el 63.13% corresponden a personas de sexo masculino viéndose así que el grupo más afectado corresponde a mayores de 65 años con un 73.35%, donde se puede evidenciar la importancia que tiene esta entidad a nivel regional, nacional e internacional. De allí surge la inquietud de evaluar la calidad de vida relacionada con la salud de los pacientes postinfarto agudo de miocardio, debido a que estos no siempre recuperan la capacidad para mantener un autocuidado eficaz, y así de esta manera satisfacer sus necesidades físicas, biológicas y psíquicas, por lo cual pueden presentar distintos niveles de dependencia de los profesionales de la salud, cuidadores informales y hasta de su propia familia, convirtiéndose en una carga para ellos, generando en los pacientes estados de depresión, ansiedad y tristeza. Teniendo en cuenta que todos estos sentimientos son perjudiciales en la recuperación y a la vez, convirtiéndose en nuevos factores de riesgo tanto para la presentación de un nuevo infarto que esta vez podría llegar a ser fatal o limitar gravemente las actividades de la vida diaria del paciente en tal grado que se pueda ver afectada su salud mental debido al estado de depresión en el cual puede caer el paciente.
Palabras clave: Percepción calidad rol salud mental salud física.
2011-05-18 | 1,844 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 5 Núm.5. Enero-Diciembre 2008 Pags. 40-50 Rev Cien y Cuid 2008; 5(5)