Autor: Santín Guillermo
Tal parece que la expresión: “Cesárea por desproporción céfalo pélvica” no se fundamenta en los servicios de Obstetricia con el documento pelvicefalométrico y, en cambio, sí es una de las mayores determinantes que se aducen para realizar cesáreas en nuestro país. No vale que se aduzca desproporción sin un documento fehaciente; por eso la cefalopelvimetría sí tiene lugar actualmente1 para justificar la cesárea por desproporción sustituyendo al parto por vía normal. Ocurre en la práctica que las “pelvicelafometrías” requeridas para casos específicos se reciben de radiólogos o “laboratorios” con criterio diverso en la selección de los puntos o planos a medir o en el método. Por lo anterior, este artículo tiene el propósito de uniformar el criterio. Los obstetras conocen el mecanismo del parto y los estorbos que ocurrirán a un producto de la concepción durante la presentación, el encajamiento en el estrecho superior, la forma de descenso, rotación y desprendimiento. Si la morfología de la cavidad pélvica se le exhibe en imagen a un buen obstetra éste podrá, mentalmente, concebir si la cabeza del niño tendrá un trayecto correcto o habrá dificultades para entregarlo sano y sin daño; también podrá saber cuándo las morfologías de la cavidad prometen dificultades: pelvis muy platipeloide, infundibliforme o francamente estrecha, que se aprecian bien en dos placas simples, datos que informan, además, medidas milimétricas.
2011-05-20 | 3,847 visitas | 1 valoraciones
Vol. 79 Núm.6. Junio 2011 Pags. 368-372 Ginecol Obstet Méx 2011; 79(6)