Autor: Cervantes López Víctor Hugo
Perseverancia y dedicación, a casi 20 años de ser estudiantes, hemos llegado al internado, el quinto año de la carrera de medicina, el cual será probablemente el año más académico de toda nuestra formación, o el más recordado. El internado es donde vivimos un cambio que nos marcará sin duda a todos nosotros, estamos pasando de lo teórico a la práctica, del libro a la clínica, del estudio del cuerpo, a la aplicación en el ser humano doliente, hemos dejado gran parte de nuestro entorno familiar y social, para entregarnos en un ambiente con gente nueva y las expectativas de enfrentar los extremos de la vida, ser partícipes responsables del nacimiento y reconocer los límites de la medicina ante la voluntad divina. El hecho de “salvar una vida” parece ser intimidante y al mismo tiempo excitante, con el tiempo y tenacidad llevaremos esa inquietud para transformarla en experiencia y con estudio generar confianza. El año del internado estoy seguro que será uno de los años más increíbles de nuestras vidas. Algunos solo llevamos dos meses de internado, y es apasionante todas los casos y experiencias que hemos vivido dentro del hospital en solo unas cuantas semanas. En los servicios se percibe una mezcla abundante de interesantes emociones y situaciones, mimas que van la felicidad a la tristeza, de la mejoría a la gravedad, de la satisfacción a la frustración, se ven casos clínicos de gran incertidumbre, rostros felices y hasta desesperados, desde la vida misma hasta la muerte y todo de una cama a otra.
2011-05-27 | 4,334 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 2 Núm.24. Enero-Marzo 2011 Pags. 28 Hipoc Rev Med 2011; 2(24)