Editorial

Fragmento

Un bajo porcentaje de pacientes con insuficiencia renal crónica (0.03-0.12%) se embaraza y, cuando así sucede, el embarazo es de alto riesgo porque se incrementan las complicaciones perinatales. En las pacientes con esta enfermedad, el embarazo puede deteriorar la función renal residual y la insuficiencia renal crónica puede tener efectos adversos en la evolución del embarazo. Se conocen varios factores de riesgo independientes: nefropatía, hipertensión arterial sistémica, preeclampsia-eclampsia y proteinuria severa. La experiencia nos demuestra que el grado de severidad de la insuficiencia renal crónica al inicio de la gestación es la principal determinante de su evolución. La potencial repercusión de la insuficiencia renal crónica en el embarazo y, viceversa, puede estimarse con mayor precisión desde la primera consulta prenatal e, incluso, antes de la concepción, si se determina cuál es el estado de la función renal. Para esto, los autores del primer artículo original recomiendan utilizar la clasificación de Davison-Lindheimer, que agrupa a las pacientes en tres categorías con base en la creatinina sérica inicial.

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2011-06-01   |   618 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 79 Núm.5. Mayo 2011 Pags. 257 Ginecol Obstet Méx 2011; 79(5)