Autores: Castellanos Hernández Hibert, Landa Soler Martín, Venegas Ocampo Pablo Juan José, Figueroa Zarza Moisés, Bernal García R, Cabrera Álvarez J, Gómez Herrera Jorge Luis
La cistitis incrustante se ha definido como una inflamación ulcerada de la vejiga con depósitos de calcio en su pared, es una entidad poco frecuente y que en muchas ocasiones puede pasar desapercibida; los factores precipitantes identificados son: orina alcalina con pH por encima de siete, existencia de daño vesical previo, infección urinaria por gérmenes de tipo urealítico (Corynebacterium D2) e inmunodepresión. La orina alcalina precipita las sales, que por su carácter ácido se alteran en este tipo de medio. El daño vesical previo no siempre es demostrable y es necesario descartar previamente un proceso maligno. El tratamiento de la cistitis incrustante enmarca tres pasos fundamentales: control de la infección por Corynebacterium D2 evitando las fluoroquinolonas (resistencia de 76% a 83%), acidificación de la orina y resección de placas calcificadas. Presentamos el caso de un paciente de 62 años de edad con antecedente de carcinoma papilar de células transicionales en estadio Ta, tratado con resección transuretral de tumor vesical y quimioterapia intravesical con mitomicina C, el cual desarrolló nueve meses después a la resección tumoral vesical placas de calcio adheridas a la mucosa vesical en el sitio de resección previa, realizándose resección transuretral de lesiones vesicales y reportándose en el estudio histopatológico definitivo: depósito de cristales cálcicos con datos de cistitis crónica inespecífica. Concluyendo el diagnóstico de cistitis incrustante secundaria a quimioterapia intravesical con mitomicina C.
Palabras clave: Cistitis incrustante mitomicina C carcinoma vesical de células transicionales quimioterapia intravesical México.
2011-06-07 | 1,220 visitas | 1 valoraciones
Vol. 71 Núm.1. Enero-Febrero 2011 Pags. 31-35 Rev Mex Urol 2011; 71(1)