Autores: Sánchez Armendáriz Karen, Jesús Silva Miriam América, Káram Orantes Marcia
A pesar de los avances científicos, no existe ningún tratamiento 100% efectivo para las cicatrices queloides. Éstas representan un reto no solo por la desfiguración cosmética, que en algunos casos puede producir, sino también por dar síntomas que incomodan al paciente como prurito y dolor. Existe una amplia gama de opciones terapéuticas para las cicatrices queloides, entre ellas las más comúnmente utilizadas son: el corticosteroide intralesional (71%), la escisión quirúrgica (50%), la crioterapia (64%), la terapia con láser (10%), la radioterapia (70%), y la aplicación de parches de silicón (79-90%). Otros tratamientos que han sido utilizados con tasas de éxito variables son: el imiquimod y el interferón-a2b, así como 5-FU (50%) y bloqueadores de canales de calcio (44%). De igual manera, se han utilizado productos naturales como la vitamina E, el extracto de cebolla, beta-sitosterol, centella asiática y Bulbine fructescens, pero éstos han tenido mayor efecto preventivo que terapéutico. Algunos provocan reacciones secundarias, como dermatitis de contacto. Es importante resaltar que la mayoría de la evidencia para estas modalidades está basada en estudios pequeños, que pocas veces emplean controles con placebo ni tampoco son doble ciego. Por esta razón, es posible que tratamientos actuales no tengan efectos significativos en la evolución clínica. Basados en la información emergente sobre la fisiopatología de las cicatrices queloides, han surgido nuevas y prometedoras terapias moleculares, principalmente en relación a la vía de activación del TGF-b. No obstante, por el momento existe la necesidad de más ensayos clínicos con el fin de desarrollar mejores terapias para la cicatrización patológica. Se realiza este artículo con el fin de revisar las terapéuticas existentes para la cicatrización queloide, así como las nuevas opciones ahora en estudio.
Palabras clave: Queloide cicatrización terapéutica.
2011-06-15 | 1,469 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 9 Núm.2. Abril-Junio 2011 Pags. 111-121 Dermatología CMQ 2011; 9(2)