Autores: Benítez Camacho Erika, Chávez León Enrique, Ontiveros Uribe Martha Patricia, Yunes Jiménez Arlette, Náfate López Omar
Los mecanismos de defensa son los elementos fundamentales de la organización de la personalidad, junto con la constancia objetal y el juicio de realidad. En los trastornos mentales, el estilo defensivo predominante influye significativamente en la gravedad y evolución del padecimiento. Objetivos: El objetivo de este estudio fue determinar la relación existente entre los mecanismos de defensa, los trastornos de la personalidad y los niveles de funcionamiento psicológico (organización de la personalidad tipo neurótica, límite o psicótica) propuestos por Kernberg. Muestra: La muestra del estudio estuvo constituida por dos grupos: a) Un grupo de 102 pacientes psiquiátricos hospitalizados, 20 del sexo masculino y 82 del femenino, provenientes del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente. b) Un grupo control, constituido por 125 sujetos, 48 hombres y 77 mujeres, en su mayoría residentes del Distrito Federal o del Estado de México. Método: La población de este estudio fue evaluada con el Cuestionario de Estilos Defensivos (DSQ-40) y el Cuestionario Diagnóstico de la Personalidad (PDQ-4+) para determinar el uso de los mecanismos de defensa y detectar los trastornos de la personalidad, respectivamente. A los pacientes se les aplicaron ambos instrumentos al momento de su ingreso y se les agrupó en alguno de los tres niveles de funcionamiento psicológico de Kernberg. Los conceptos nivel de funcionamiento psicológico límite y trastorno límite de la personalidad hacen referencia a: a) La organización de la personalidad o nivel de funcionamiento límite caracterizada por la difusión de identidad, habitualmente conservación de la prueba de realidad y mecanismos de defensa basados en la escisión. b) El trastorno límite de la personalidad descrito por la Asociación Psiquiátrica Americana en el DSM-IV-TR. De acuerdo con la organización de la personalidad, los pacientes esquizofrénicos y con otras psicosis quedaron en el nivel de funcionamiento psicótico. Los pacientes que sufrían algún trastorno de ansiedad o del estado de ánimo se incluyeron en el nivel de funcionamiento límite o borderline cuando también tenían diagnóstico de trastornos de personalidad límite, narcisista, antisocial, paranoide, esquizoide, esquizotípico, evitativo, dependiente e histriónico; en el nivel de funcionamiento neurótico se incluyeron los pacientes con los trastornos mencionados, que no tenían trastorno de personalidad o bien cuyo diagnóstico fue de trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad. Los sujetos que sirvieron como controles fueron captados en distintos ámbitos escolares, laborales y sociales durante el mismo periodo. Resultados: Los pacientes pertenecientes a los niveles de funcionamiento psicológico menores (psicótico o límite) usaron más los mecanismos de defensa inmaduros en comparación con los pertenecientes al nivel de funcionamiento psicológico de mayor nivel (neurótico) y que los sujetos controles. Se determinaron tres estilos defensivos: maduro/avanzado, neurótico e inmaduro/primitivo. En el estilo maduro/avanzado los sujetos del grupo control fueron los que puntuaron más alto, seguidos de los pacientes con nivel de funcionamiento psicológico psicótico y límite. Las puntuaciones del estilo defensivo neurótico fueron mayores en los grupos límite y psicótico que en el grupo control. En el estilo defensivo inmaduro/primitivo, los pacientes límites tuvieron puntuaciones mayores que los grupos psicótico y control. El grupo control puntuó más alto que el límite en sublimación, humor, anticipación y supresión, y que el psicótico en humor y supresión. El grupo de funcionamiento límite tuvo puntuaciones mayores que el grupo control en anulación, aislamiento, racionalización, proyección, agresión pasiva, exoactuación, fantasía autista, escisión y somatización. En cambio, puntuaron más alto que el grupo psicótico en supresión, agresión pasiva y somatización. El grupo psicótico tuvo puntuaciones mayores que el grupo límite en sublimación, anticipación y formación reactiva, y que el grupo control en anulación, desplazamiento, proyección y fantasía autista. Los pacientes diagnosticados a través del PDQ-4+ con trastorno límite de personalidad de acuerdo con el DSM-IV-TR tuvieron puntuaciones menores en el estilo defensivo maduro/avanzado que el grupo control pero mayores en los estilos defensivos neurótico e inmaduro/primitivo. En el análisis individual de cada mecanismo de defensa se encontró que el grupo control tuvo mayores puntuaciones en sublimación, humor, anticipación, supresión y disociación que el grupo de pacientes con trastorno límite de la personalidad. Éstos puntuaron más alto en desplazamiento, racionalización, aislamiento, proyección, escisión, exoactuación, agresión pasiva, devaluación, fantasía autista, negación y somatización. Cuando se determinó el uso de las defensas de acuerdo con el diagnóstico de trastornos de la personalidad pertenecientes a los clusters A y B, se observó un mayor uso de los mecanismos de defensa basados en la escisión; de éstos, la fantasía autista fue la que tuvo mayor valor predictivo. Por el contrario, los trastornos de la personalidad del cluster C estuvieron asociados a los mecanismos de defensa de la esfera de la represión. Conclusiones: Los resultados dan sustento empírico a la organización de la personalidad propuesta por Kernberg sobre los tres niveles de funcionamiento psicológico y a la vez demuestran la relación entre los trastornos de la personalidad y los mecanismos de defensa. El mecanismo de defensa denominado fantasía autista resultó ser un factor explicativo y predictivo de las características de la personalidad de los clusters A y B y del trastorno límite de la personalidad, en específico. Trastornos de la personalidad, niveles de organización de la personalidad, mecanismos de defensa, trastorno límite de la personalidad, escisión.
Palabras clave: Trastornos de la personalidad niveles de organización de la personalidad mecanismos de defensa trastorno límite de la personalidad escisión.
2011-06-24 | 4,996 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 33 Núm.6. Noviembre-Diciembre 2010 Pags. 517-526 Salud Ment 2010; 33(6)