Fragmento

Nacemos para vivir. Por eso el capital más importante que tenemos es el tiempo. Es tan corto nuestro paso por este planeta que es una pésima idea no gozar cada paso instante, con el favor de una mente que no tiene límites y un corazón que puede amar mucho más de lo que suponemos. Justamente aquellos maravillosos momentos que compartimos junto a Fer, son los mismos que hoy nos hacen imposible no afligirnos en el dolor o refugiarnos en la tristeza. Sabemos que cada conversación con él, cada carcajada que nos produjo, todas sus pasiones, sus sueños, sus tardes de estudio junto a una buena botella de vino, su forma de bailar, con ese mismo ritmo extrovertido, espontáneo y alegre de vivir la vida, nos retrocede en nuestro proceso de duelo y nos hace sentir como imposible lo sucedido.

Palabras clave: .

2011-07-11   |   1,380 visitas   |   3 valoraciones

Vol. 14 Núm.1. Enero-Abril 2011 Pags. 5-6. MedUNAB 2011; 14(1)