Mis recuerdos del nacimiento de la primera minicomputadora cubana

Autor: Ball-Llovera A

Fragmento

En el año 1969 en Cuba había sólo tres o cuatro computadoras. Éstas eran de gran tamaño. Muy pocas personas tenían acceso a servirse de ellas. Las mismas estaban destinadas a instituciones específicas. A todos nos parecía inalcanzable siquiera la comprensión de su funcionamiento. Me gradúo como ingeniero electricista en noviembre de 1968 y comienzo a trabajar en tareas de investigación en un grupo de la Escuela de Eléctrica de la CUJAE bajo la dirección del ingeniero Orlando Ramos. El grupo abordó, entre otras tareas, el diseño y construcción de un trasmisor de datos. Me dediqué a montar y poner a punto el equipo. Constructivamente la idea de Ramos fue crear pequeños módulos elementales en base a transistores y alambrarlos entre sí. Utilizaba el código cíclico para trasmitir de forma segura información procedente de lectores de cinta de papel de cinco canales a 50 bits por segundo. En la primera mitad del año 1969 le es planteada a la Universidad de la Habana la pregunta de si era posible diseñar y construir una computadora en Cuba. Ramos fue consultado y dijo que sí, que se podía. En el análisis previo participaron Fidel, Roy John (norteamericano), José Miyar (rector de la UH), Marcos Lage (vicerrector de investigaciones de la UH) y Luis Carrasco (vicedirector de investigaciones de la Escuela de Ingeniería Eléctrica).

Palabras clave:

2011-07-11   |   621 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 11 Núm.1. Enero-Abril 2010 Pags. BFMC 2010; 11(1)