Fragmento

Un hombre de 32 años de edad acudió a consulta debido al crecimiento de un nódulo subcutáneo de 1 x 1.5 cm, no doloroso ni desplazable, en el tendón del cuádriceps de la rodilla derecha. En la escisión quirúrgica que se le practicó se obtuvo un nódulo de 1 x 0.9 cm, de consistencia blanda y bien delimitado. Al corte, la superficie tenía aspecto fibroso, de color marrón con zonas amarillas. En el análisis histológico se identificó una neoformación limitada por una cápsula de tejido fibroso, con dos patrones arquitectónicos (figura 1): el primero, localizado en la periferia del nódulo, mostraba vasos ramificados dilatados con angulaciones intercomunicantes (patrón hemangiopericitoide), asentados sobre un fondo fibroso-celular fusiforme con algunos núcleos vesiculares y otros hipercromáticos, que formaban haces. El segundo se ubicaba en la zona central del nódulo, y estaba constituido por células de aspecto epitelioide, de citoplasma eosinófilo y núcleos vesiculares, ovoides, basófilos, con pleomorfismo leve y dispuestos característicamente de manera concéntrica a las estructuras vasculares. En el análisis inmunohistoquímico las células proliferantes eran positivas de manera difusa e intensa para actina; y predominantemente en las células epitelioides perivasculares hubo positividad para CD34. El CD31 mostró marcación en las células endoteliales, en un patrón hemangipericitomatoide periférico (figura 2). Todos estos hallazgos ayudaron a establecer el diagnóstico de miopericitoma.

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2011-07-15   |   1,230 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 48 Núm.2. Abril-Junio 2010 Pags. 125-126 Patología 2010; 48(2)