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El cáncer se ha convertido en un problema universal que cada día va en aumento; así, en el año 2030 tendremos el doble de la carga actual por esta enfermedad. Hoy sabemos que las acciones de prevención y detección temprana desde la perspectiva de la salud pública son claves para reducir dicha carga; sin embargo debemos reconocer que la prevención sólo impacta a una tercera parte, lo que implica que debemos intervenir desde los servicios de salud. Para todos es claro que si refinamos el diagnóstico y la extensión de los tumores, el pronóstico de la enfermedad será completamente distinto para el paciente y sobre todo, para nuestro sistema de salud, con el consecuente ahorro en recursos económicos. Uno de los pilares del diagnóstico en cáncer es la medicina nuclear, pero era necesario mejorar la tecnología disponible y sobre todo, la calidad en la atención desde esta disciplina médica, razones que nos llevaron a abordar discusiones que culminaron en el diseño de un programa para la modernización del servicio, hoy denominado “Medicina nuclear molecular”, donde el proyecto PET será el eje transversal para apropiar el conocimiento por medio de esta nueva técnica. Articular las áreas técnicas y de planeación junto con las áreas científica y administrativa de una institución pública para transformar esa idea en un proyecto y además, lograrlo con recursos propios para así darle viabilidad e involucrar múltiples áreas clave de la institución y organismos nacionales e internacionales para convertir ese nuevo sueño en realidad, fue un verdadero reto. Es el momento de agradecer el esfuerzo a un grupo humano multidisciplinario excepcional, trabajador y persistente que generó, en incansables jornadas de trabajo, este proyecto, de principio a fin, hasta convertirlo hoy en realidad. La entrada de esta tecnología al país reemplazará la realización de múltiples estudios de imágenes, permitirá el diagnóstico temprano y la estatificación precisa de tumores, monitorizará los tratamientos con quimioterapia lo que se traducirá en una disminución de costos para el sistema de salud y reducirá la exposición del paciente en términos de bioseguridad. Y lo más importante: mejorará el pronóstico de vida de los pacientes, ¿cuánto vale esto en términos sociales? Para terminar, vale la pena mencionar que las dificultades que se presentaron en este proyecto se solucionaron con profesionalismo, mucha paciencia y creatividad. Debo agradecer la comprensión de todos los involucrados porque permitieron crear una oportunidad para hacer un proyecto mejor y de altísimas calidades. Otras dificultades de orden público fueron lamentables, y algunos de estos desenlaces, en cuanto servidores públicos, los seguiremos atendiendo. Siempre tendremos la visión de todo buen emprendedor y, pase lo que pase, buscaremos que las obras se realicen con la mejor calidad posible para todos, particularmente para los más necesitados, pues introducir tecnología que mejorará cualitativa y cuantitativamente el bien más preciado que tenemos la vida, es el mejor reconocimiento que como funcionarios y ciudadanos podemos recibir y entregar. Carlos Vicente Rada Escobar, MD Ex Director INC. Bogotá D.C., Colombia

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2011-07-18   |   211 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 15 Núm.1. Enero 2011 Pags. 3 Rev Col Cancerol 2011; 15(Supl. 1)