Autor: García Clidesdale Alan
Es ampliamente compartido, tanto en la literatura disponible como en la experiencia internacional, que las empresas, cualquiera sea su tamaño, pueden lograr grandes saltos de competitividad mediante el uso de la Investigación y Desarrollo (I+D) como elemento clave para la generación de nuevos productos, procesos, servicios o la mejora sustancial de ellos. Esto en muchos casos representa la única posibilidad de sobrevivencia y de insertarse de manera exitosa en mercados globales. Todos hablamos de I+D y su importancia para la competitividad de las empresas y países, pero ¿a qué nos referimos exactamente cuando hablamos de I+D? La I+D aparece cuando usted se enfrenta a un problema cuya solución no resulta evidente al aplicar conocimientos y técnicas que normalmente se usan. Podemos definir entonces el concepto de investigación como una búsqueda metódica que permita generar nuevos conocimientos en el ámbito científico o tecnológico. Con desarrollo nos referimos a trabajos sistemáticos que aprovechan los conocimientos obtenidos en una investigación, dirigidos, por ejemplo, a la producción de nuevos materiales, productos, puesta en marcha de nuevos procesos o sistemas, la mejora sustancial de los ya existentes, siempre que el desarrollo tenga un grado de novedad y facilite la resolución de una incertidumbre científica o tecnológica.
2011-08-11 | 629 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 13 Núm.40. Abril-Junio 2011 Pags. A17 CyT 2011; 13(40)