Lo inesperado:

insuficiencia renal crónica, parasitismo y ventaja selectiva 

Autor: Salamanca Gómez Fabio

Fragmento

La insuficiencia renal crónica es un síndrome que se caracteriza por deterioro progresivo de la función renal y por las graves consecuencias que implica sobre todos los aparatos y sistemas del organismo. El Sistema Nacional de Salud de México destina una enorme cantidad de recursos para el tratamiento de las manifestaciones clínicas y de las múltiples complicaciones de este síndrome. La magnitud del problema es impresionante: se ha estimado que en Estados Unidos, donde las estadísticas son bastante confiables, 6% de la población adulta se encuentra en estadios 1 y 2 de la insuficiencia renal crónica y que cerca de 5% de la población se encuentra en estadios 3 y 4. La trascendencia de esta complicación en nuestro medio es aún mayor si consideramos que las principales causas de la insuficiencia renal crónica son la diabetes mellitus y la hipertensión, entidades con elevada frecuencia en la población general y que tienen un componente genético poligénico o multifactorial. Pero, además, hay que considerar otras causas importantes de insuficiencia renal crónica: desde el punto de vista genético sobresale el riñón poliquístico, entidad autosómica dominante que constituye el motivo más común en todo el mundo, de origen monogénico, que inexorablemente desemboca en insuficiencia renal; la enfermedad de Alport y la enfermedad de Fabry, las dos con un patrón de herencia recesivo ligado al cromosoma X; la nefronoptisis, la cistinosis, la hiperoxaluria y la acidosis tubular renal. Pero, además, hay que tomar en cuenta una amplia gama de factores etiológicos involucrados en la insuficiencia renal crónica. Cabe destacar los siguientes: la glomerulonefritis proliferativa focal o difusa, la glomerulonefritis membranoproliferativa, la glomeruloesclerosis, la nefritis tubulointersticial, la nefroesclerosis, la esclerodermia, las uropatías obstructivas, las disproteinemias tales como el mieloma múltiple, la amiloidosis, la macroglobulinemia de Waldeström; y las enfermedades sistémicas que se acompañan de glomerulonefritis como la púrpura de Henoch-Schonlein, la poliarteritis nodosa, la glomerulomatosis de Wegener y el síndrome de Goodpasture.

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2011-08-17   |   723 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 146 Núm.4. Julio-Agosto 2010 Pags. 298-299 Gac Méd Méx 2010; 146(4)