Autores: Custodis Florian, Reil Jan Christian, Laufs Ulrich, Böhm Michael
La frecuencia cardíaca, una variable clínica de fácil acceso, depende del control del sistema nervioso autónomo. Durante la actividad física, la frecuencia cardíaca se acelera debido a un aumento del tono simpático y a una disminución del tono parasimpático. Además de la tensión de pared y la contractilidad miocárdica, la frecuencia cardíaca determina el consumo energético y la demanda de oxígeno, y define el gasto cardíaco. En las últimas décadas una amplia línea de investigación se centró en el valor predictivo de la frecuencia cardíaca en la población general y en los pacientes afectados por enfermedades cardiovasculares. La literatura reciente indica que una elevada frecuencia cardíaca en reposo es un importante factor de riesgo cardiovascular, independientemente de los clásicos factores de riesgo y de otras variables potenciales de confusión, demográficas y fisiológicas. El incremento de la frecuencia cardíaca en reposo ha demostrado ser un predictor importante de mortalidad en los trastornos cardiovasculares, como sucede en la enfermedad arterial coronaria, el infarto de miocardio y la insuficiencia cardíaca crónica. Datos experimentales y clínicos sugieren que el incremento sostenido de la frecuencia cardíaca, independientemente de qué lo dispare, desempeña un papel directo en la patogénesis de la ateroesclerosis y en la injuria miocárdica, afectando la iniciación, progresión y severidad de la enfermedad, y contribuyendo a la precipitación de eventos vasculares y miocárdicos.
2011-08-22 | 938 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 39 Núm.4. Octubre-Diciembre 2010 Pags. 258-263 Rev Fed Arg Cardiol 2010; 39(4)