Introducción de resultados de la investigacióndesarrollo en el sistema de salud cubano

Autor: Núñez Sellés Alberto J

Resumen

La aplicación práctica de los resultados derivados de la investigación-desarrollo al sistema de salud y el avance propio de la Ciencia y la Técnica ha impuesto un reto a los investigadores, trabajadores y ejecutivos de las políticas de salud. Se destaca la importancia del diseño del proyecto de investigación-desarrollo que permite a una organización establecer su estrategia para poder acceder finalmente a la práctica social en términos de productos, tecnologías y servicios para la salud. Cuatro generaciones de investigación-desarrollo se reconocen hasta la era actual, la cuarta generación, llamada Administración del Conocimiento, está insertada en aquellos países con mayor desarrollo económico y social. Los países menos desarrollados no pueden acceder a ella por la carencia de recursos financieros y humanos y al fenómeno de que la mayor parte del conocimiento presente en las tecnologías de salud avanzadas es de propiedad privada, debido a los derechos de propiedad intelectual, fundamentalmente en países con altos niveles de desarrollo como los EE.UU., Japón y Europa Occidental. Sin embargo, existe una posibilidad para estos países menos desarrollados cuando se consideran la segunda y tercera generaciones de investigación-desarrollo, donde el factor clave es el proyecto de investigación-desarrollo. El presente trabajo se enfoca hacia los conceptos y condiciones para el diseño de estos proyectos en salud, que incluye todos los factores necesarios para alcanzar el éxito de la introducción del resultado y, por tanto, el objetivo principal de toda investigación en salud: llegar a los pacientes y elevar la calidad de vida de las poblaciones.

Palabras clave: Proyecto de investigación-desarrollo introducción de resultados generaciones de investigación-desarrollo.

2011-08-25   |   581 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 36 Núm.3. Julio-Septiembre 2010 Pags. 215-222. Rev Cubana Salud Pública 2010; 36(3)