Hacia una psicología de la convivencia

Planteamiento del problema 

Autor: Arango Cálao Carlos A

Fragmento

Colombia ha venido padeciendo en las últimas cinco décadas una ola de violencia, día a día más creciente, caracterizada por asesinatos de toda índole, desapariciones, secuestros, extorsiones (Gonzalo Sánchez, 1987) (Álvaro Camacho, 1990); inicialmente como una expresión de lucha política por el poder formal del Estado en sus más altas esferas y posteriormente sumándose otros componentes sociales como la delincuencia común, el narcotráfico y el terrorismo (Orlando Fals Borda, 1996). Los índices de violencia superan en proporciones significativas a lo que pueda ocurrir en cualquier otro país que no se encuentre directamente comprometido en una guerra (Estanislao Zuleta, 1991). La Defensoría del Pueblo ha expresado que en nuestro país se presentan más de 30.000 muertes violentas al año, obligando a hablar de un fenómeno de violencia estructural. En la ciudad de Cali, por ejemplo, según datos de la Consejería Desepaz (1997), la tasa de homicidios se ha incrementado cuatro veces desde 1993, cuando se tenía una tasa de 23 por 100.000 habitantes hasta 102 por 100.000 habitantes en 1996. Este fenómeno ha llevado a que se ubique a nuestro país entre los países más violentos del mundo y a peligrosas generalizaciones que sostienen la hipótesis de que pertenecemos a una "Cultura de la Violencia". Este panorama de terror ha generado un clima tenso y hostil en los ciudadanos que solo atinan a reaccionar con angustia y escepticismo. En estas circunstancias ha cobrado gran importancia hablar de paz y convivencia pues la gente siente que se ha quebrado el orden "natural" de los vínculos interpersonales y las relaciones sociales. El problema de la convivencia adquiere más importancia en la medida que la vida va perdiendo terreno en el contexto de las luchas entre los que codician el poder. Hoy día, todos los sectores sociales resaltan la importancia de elaborar propuestas de paz en términos esencialmente de crear condiciones para resolver los conflictos de manera pacífica y disminuir la utilización de formas violentas. De acuerdo a COLCIENCIAlSos, estudios sobre la violencia y el conflicto realizados en Colombia le permiten ocupar el primer lugar a nivel mundial. Estos estudios se han centrado en la violencia como un producto social y solamente en las conclusiones han destacando la importancia de que se avance en una dirección preventiva y educativa, que contribuya a la democratización de la sociedad y a la construcción de la convivencia. Por ejemplo el estudio "El Cali que queremos" se refiere a la necesidad de la construcción de una cultura para el desarrollo humano mediante acciones educativas integrales para la convivencia, la democracia y la participación ciudadana. Por lo tanto, además de pensar en estrategias correctivas de la violencia, a través de propuestas y diálogos de paz, es necesario trabajar preventivamente para contrarrestar de raíz los factores causales de la violencia estructural. En estas circunstancias surge la imperiosa necesidad de construir caminos para entender y fortalecer los procesos de convivencia tratando de sobreponer al discurso negativo de la violencia, el lenguaje creativo de la convivencia.

Palabras clave:

2011-08-31   |   282 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 8 Núm.14. Diciembre-Diciembre 2005 Pags. 65-79 Psicogente 2005; 8(14)