El fatalismo como forma de ser en el mundo del latinoamericano

 

Autor: Sánchez Jaime

Fragmento

Al iniciar estas líneas viene a nuestro pensamiento aquella conocida tragedia griega, la tragedia de Edipo, que sirvió tanto al maestro Freud para ilustrar tan acertadamente los deseos tempranos del infante hacia su madre, y que bien nos puede servir a nosotros para esclarecer cierta actitud pasiva que ha distinguido a nuestra cultura latinoamericana como fatalista. La tragedia se inicia cuando Layo, el padre de Edipo, se entera del designio del Oráculo de Delfos. Su hijo le mataría y se casaria con su mujer, su propia madre. Su fatídico destino no podía ser cambiado ..Por mucho que se propuso hacerlo, más en que en el acto, en el intento mismo, era ya un fracaso. Pues paradójicamente, sus actos se consolidaron en el cumplimiento de su propia desgracia. En la tragedia se refleja lo que representaba el destino para el paganismo griego; a saber, una suerte de dictamen ajeno a su voluntad, que predestinaba sus actos, y del cual estaban condenados a depender. Kierkegaard lo expresó magistralmente: " ...He aquí la tragedia insondablemente profunda del paganismo, No consiste tanto en que la sentencia del oráculo sea ambigua, cuanto en que, a pesar de todo, el pagano no puede menos de ir a pedirle consejo". La caracterización del fatídico destino del pagano que nos ofrece Kierkegaard, ilustra la relación que éste mantenía con la inevitable predicción de un futuro incierto que lo condenaba a un presente no mejor, a un presente angustioso.

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2011-09-01   |   1,628 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 8 Núm.13. Junio-Junio 2005 Pags. 55-68 Psicogente 2005; 8(13)