Frente al concepto rígido de inteligencia y el famoso y controvertido test para determinar el coeficiente intelectual. diseñado por A. Binet y perfeccionado por Terman y Spearman, en las primeras décadas del siglo XX, aparecen en las dos últimas del mismo, conceptos como los de aptitud, inteligencias múltiples (Gardner) y, finalmente, el de inteligencia emocional o lE en abreviatura (D. Goleman). Se trata, en este último caso, de tender un puente entre lo emotivo y el intelecto, en la comprensión de que ambas funciones se interconectan en las distintas instancias de la actividad humana e involucran aspectos como el autoconocimiento de las emociones, su autocontrol, la automotivación, la empatía y la habilidad social. Sin embargo, el concepto de inteligencia emocional ha sido objeto de críticas cuyo principal argumento radica en la dificultad misma de precisar qué son las emociones e, incluso, si estas existen de un modo objetivo. A pesar de ello, el Programa de Psicología de la Corporación, en cabeza del autor de este artículo, ha desarrollado todo un eje temático que, asumiendo básica y críticamente el test desarrollado por Boeck para medir dicha inteligencia, ha aportado elementos importantes en la descripción de los factores ligados a ella que se presentan en nuestra comunidad bolivariana y, de manera particular, en sus docentes.
Palabras clave: nteligencia emoción inteligencias múltiples inteligencia emocional.
2011-09-01 | 1,920 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 7 Núm.11. Enero-Enero 2003 Pags. 17-34 Psicogente 2003; 7(11)