Tratamiento combinado de la depresión postinfarto de miocardio con mirtazapina y terapia cognitiva.

Estudio randomizado doble ciego 

Autor: Serrani Azcurra Daniel L.

Resumen

La depresión postIAM tiene peor pronóstico a largo plazo, tanto cardiológico como psiquiátrico, aunque no está claro si el tratamiento antidepresivo mejora la evolución a largo plazo de ambas condiciones. El manejo farmacológico de estos pacientes representa un desafío para el internista y para el psiquiatra por las comorbilidades que presenta y el mayor riesgo de interacciones medicamentosas. Este estudio se propuso evaluar el efecto del tratamiento antidepresivo postIAM, coadyuvante de la terapia habitual, al compararlo con la utilización del tratamiento habitual solo. Material y método: Ensayo doble ciego, randomizado y controlado, en el que se evaluaron 30 pacientes con depresión postIAM (definida con los criterios del DSM-IV y CIE-10) que fueron distribuidos aleatoriamente para tratamiento combinado de depresión (n = 10), tratamiento psicológico (n = 10) o únicamente cuidados habituales (n = 10). Los tres grupos fueron evaluados a los 3, 6, 9, 12 y 24 meses posteriores al infarto, para controlar la depresión o nuevos eventos cardíacos. Resultados: Hubo diferencias significativas entre el grupo control y el grupo tratamiento en los resultados, según la escala HADS [11,0 (DE = 4,3) vs 7,2 (DE = 2,1; p = 0,040] o la presencia o ausencia de depresión según criterios del DSM-IV y CIE-10 (22,5% vs 39,1%); p = 0,050). La frecuencia de presentación de nuevos eventos cardíacos fue del 10% en los pacientes tratados y 29% en el grupo control (OR = 2,17; IC95% 0,57-2,00). Conclusiones: El tratamiento antidepresivo sumado a la terapia cognitiva modifica favorablemente la depresión postIAM a largo plazo y mejora también el pronóstico de eventos cardíacos.

Palabras clave: Depresión mirtazapina terapia cognitivo-conductual. infarto de miocardio.

2011-09-01   |   537 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 39 Núm.2. Abril-Junio 2010 Pags. 116-121 Rev Fed Arg Cardiol 2010; 39(2)