Fragmento

A fines de la década de los noventa se hizo evidente la participación del fenómeno inflamatorio en la fisiopatología de la ateroesclerosis, tanto en su génesis como en el desarrollo y, finalmente, en la rotura de placa y la complicación trombótica sobreimpuesta. Luego de internalizar el concepto de Russell Ross de que la ateroesclerosis es una enfermedad inflamatoria, se puso de manifiesto el vínculo entre el fenómeno inflamatorio y el fenómeno trombótico. Se conocen decenas de moléculas implicadas en el proceso ateroesclerótico, algunas potenciales marcadores pronósticos en los síndromes coronarios agudos.

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2011-09-02   |   680 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 39 Núm.1. Enero-Marzo 2010 Pags. 1-3 Rev Fed Arg Cardiol 2010; 39(1)