Autor: Gurfinkel Enrique P.
Probablemente existan una forma de vivir y tres maneras de morir. Estas son las oportunidades que brinda la vasculatura a la intimidad de la célula para que elija programadamente su destino o quede atada a su suerte. Los múltiples caminos que conducen al daño del miocardio acaban por reunirse en un lugar común: la falta de oxígeno. A partir de allí, la historia del órgano es compleja, tanto como la resurrección de varias de sus unidades indispensables. De hecho, si el gas ausente regresa a tiempo, el fin puede demorarse. Solamente demorarse.
2011-09-02 | 544 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 39 Núm.1. Enero-Marzo 2010 Pags. 4-7 Rev Fed Arg Cardiol 2010; 39(1)