Atención inicial del paciente crítico para no especialistas

Autor: Mayorga Espichán Manuel

Fragmento

La Medicina Intensiva es una especialidad multidisciplinaria que tiene como objetivo el sostener y prolongar la vida del paciente críticamente enfermo (con riesgo actual o potencial de complicaciones mortales) y potencialmente recuperable (carácter eventualmente reversible del proceso patológico), a fin de restaurar la salud a su mejor nivel y, si esto no fuera posible, procurar en todo momento evitar hacer daño y proveer las condiciones adecuadas para aliviar su sufrimiento (sobre todo del inútil e innecesario), permitiendo que tenga una muerte digna acompañado del afecto de sus seres queridos y todos los consuelos humanos posibles. El precepto latino “primero curar; si no se puede, aliviar, y siempre consolar” es tan evidente en el enfermo crítico y las posibilidades están tan unidas que el reto es aún mayor. Esta disciplina médica une las ciencias básicas con las ciencias clínicas, las ciencias biológicas y las ciencias matemáticas, englobando además muchos aspectos de la ética y la filosofía ya que en todo momento se tienen que tomar decisiones que deben estar enmarcadas en los principios éticos de beneficencia, no maleficencia (primun non nocere), autonomía (consentimiento informado y decisión de sustitución de competencia) y el de justicia distributiva en cuanto a la óptima utilización de recursos limitados. Todo esto puede generar conflictos y dilemas éticos, particularmente en cuanto a la limitación del esfuerzo terapéutico y la prevención del llamado encarnizamiento terapéutico. En este ámbito, el reconocimiento de nuestras propias limitaciones y la comunicación honesta con el paciente y sus familiares en situaciones de crisis sigue siendo una piedra angular de nuestra práctica cotidiana.

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2011-09-08   |   934 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 27 Núm.4. Octubre-Diciembre 2010 Pags. 222-223 Act Méd Per 2010; 27(4)