En otro aniversario del Instituto Médico 'Sucre'

Autor: Gamarra Durano Alfonso

Fragmento

Un longevo de rara contextura. Formado de innumerables cuerpos, sin embargo propietario de un solo espíritu. Cuerpos perecederos a su turno, pero que inflaman su alma a los nuevos venideros. Se ha hecho tan grandiosa su figura que los tiempos se han cansado de estarla midiendo, pues porque tienen un hálito sobrenatural está predestinado a existir eternamente para comprobar que los espacios de la materia periclitan, y por el contrario, los propósitos nobles de trabajar en favor de la vida y la salud se magnifican y se autoinoculan con biointensidad. Un longevo admirable que ha pasado su mirada a través de ya tres siglos, con la fuerza diáfana del atleta del raciocinio que necesita también entrenamiento y ejercicio para no caducar y convertirse en pergamino desgastado en los fondos de la historia. Puso su vista en el siglo XIX sacando de su cantera emocional los anhelos médicos de crear fundamentos para una patria nueva sin enfermedades, en el siglo XX prendió su llamarada vital en los humanos que se entregaban a su vocación, y en el siglo XXI se dispone a empeñarse por entero estimulado por su propias creaciones para ir dominando paso a paso, año tras año, los brotes científicos que un mundo soltado ofrecerá en su horizonte de maravillas y sorpresas.

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2003-02-04   |   947 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 66 Núm.118. Enero-Diciembre 2001 Pags. 23-25. Rev Inst Med Su 2001; LXVI(118-119)