Autor: Dubravcic Luksic Antonio
Telefonía celular e hipertensión Junto con la creciente difusión de la telefonía móvil crece también el interés público por los daños que podrían causar los campos magnéticos. Un nuevo estudio parece apoyar la idea de que las conversaciones prolongadas a través del teléfono celular elevan la presión arterial. Un total de diez jóvenes de ambos sexos se prestaron a una prueba de telefonía celular. Su intervención consistía en sostener durante 35 minutos un teléfono celular apoyado como es costumbre sobre la oreja derecha, ignorando si el aparato realmente “irradiaba algo” o estaba desconectado. Siguiendo este diseño simple ciego, controlado con placebo, los voluntarios cumplieron el protocolo del estudio cinco veces en distintos días. Las reiteradas mediciones mostraron que, bajo la influencia del campo electromagnético, la presión arterial en reposo tanto sistólica como diastólica era entre cinco y diez mmHg más alta que con el teléfono “mudo”. Durante la prueba con el teléfono conectado los investigadores registraron además la presión capilar bajo distintas condiciones (posición yacente, de pie, maniobra de Valsalva). Cuando un teléfono celular se mantiene durante una media hora en estrecho contacto con el hemisferio cerebral derecho, se produce un aumento de la actividad eferente simpática. La elevación observada de la presión arterial se debería a un aumento de la vasoconstricción. BRAUNE S. Y COL. LANCET 1998; 351:1857
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2003-02-04 | 906 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 66 Núm.118. Enero-Diciembre 2001 Pags. 127-130. Rev Inst Med Su 2001; LXVI(118-119)