Autor: Cano Bastiani Leticia
Introducción La Insuficiencia Renal se considera un grave problema de salud pública Mundial y va en aumento principalmente por el envejecimiento de la humanidad y por el crecimiento de padecimientos emergentes, como son la Diabetes Mellitus tipo II y la Hipertensión Arterial Sistémica (HTA). Estas entidades influyen de manera importante en la incidencia de enfermedades renales, siendo en el momento actual de 500 a 800 pacientes anuales por cada millón de habitantes los que padecen de esta enfermedad crónico-degenerativa en su fase terminal. Cuando el paciente llega a IRC Terminal es sometido a tratamientos sustitutivos como son la diálisis peritoneal y la hemodiálisis además de dietas y fármacos especiales que los mantienen con vida, de los que sólo un 20% van a estar en posibilidades de recibir un transplante renal. La depresión es frecuente en los pacientes sometidos a hemodiálisis con una incidencia de un 20 a 30% (Cukor, D. Coplan J. Brown C. Friedman S. 2007:2) y se asocian con un incremento en el riesgo de muerte y las pérdidas que conlleva una enfermedad crónica al ser incapaces de llevar a cabo sus actividades que anteriormente estaban acostumbrados a realizar. Existen variables de laboratorio, como la Hb, urea y creatinina, que nos informan sobre la adecuación del tratamiento que incide sobre la calidad de vida y su relación con la depresión.
2011-10-07 | 810 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 22 Núm.1. Enero-Junio 2008 Pags. 4-10 Rev. Esc. Med. Dr. J. Sierra 2008; 22(1)